· REIKI es Energía Universal de Vida, se
canaliza para la curación del cuerpo, la mente y el alma, tiene su propia
consciencia y por lo tanto tiene la capacidad de abrir nuestro corazón y
contactarnos con la Fuente Vital Universal. Está en todos los seres y en todas
las cosas, nos rodea, nos penetra y es la esencia de la vida misma. Reiki armoniza la energía de los
chakras y libera los bloqueos de energías mentales y emocionales, curando al ser
en su totalidad, ideal y propósito de la medicina holística. Se aplica
canalizándola a través de las manos, y es un método de sanación muy eficaz, ayudándonos también a evolucionar espiritualmente y
acercándonos al conocimiento interior, objetivo último y esencial de la vida
humana. Una vez iniciado, el sanador se vuelve un canal de la curación. La
sanación fluye a través de él con la Energía Universal del Reiki. El secreto de
la sanación es alcanzar el vacío y el silencio interior. El Reiki fluye
entonces y lo hace todo posible a través del amor.
Los ideales Reiki
Sólo por hoy, dejare que DESAPAREZCA LA IRA.
Sólo por hoy, dejare que DESAPAREZCA LA PREOCUPACIÓN.
Sólo por hoy, daré LAS GRACIAS POR MIS MUCHAS BENDICIONES.
Sólo por hoy, haré MI TRABAJO CON HONRADEZ.
Sólo por hoy, seré GENEROSO CON MI VECINO, Y CON TODO SER VIVO.
Las personas que reciben Reiki, normalmente notan una sensación de calor y quietud mientras se realiza la terapia; esto ocurre incluso si físicamente las manos del practicante de Reiki no están en contacto con el paciente. Esta sensación de calor, comienza a circular por el cuerpo de la persona, dejando una sensación de bien estar y relajación profunda, armonizando todo el cuerpo, sosegando las emociones y despertando el poder auto sanador que poseemos.
La
iniciación y la práctica de Reiki, según el sistema Usui, está compuesto por
tres grados o niveles energéticos:
El Primer Grado
abre de forma definitiva el canal de curación a través de la iniciación o
sintonización, y permite a la persona iniciada la capacidad de transferir
energía, en particular a nivel del cuerpo físico, a través de la imposición de
manos haciendo contacto en diferentes partes del cuerpo.
El Segundo Grado
proporciona tres de los símbolos de Reiki que son las llaves que
permiten que la fuerza vital actúe en una dimensión más profunda y sutil,
potenciando la canalización de la energía y otorgando la capacidad de canalizar
sanación a un nivel mental y emocional, además de curar a distancia.
El Tercer Grado
tiene dos fases. La primera profundiza aún más la conexión con la fuerza de
vida, y permite al maestro canalizar dos símbolos maestros, además de los
anteriores y trabajar con el nivel de la conciencia. La Maestría, o segunda
fase, permite a los maestros transmitir las enseñanzas y las iniciaciones, y
formar a otros maestros según la tradición del Sistema Usui y amplifica el
canal energético al máximo.
El Primer Grado de Reiki actúa más específicamente sobre el cuerpo físico, armonizando el organismo y su metabolismo, y en especial los sistemas hormonales e inmunológicos. Recientes descubrimientos inmunológicos reflejan la existencia de un eje operativo entre la mente y el cuerpo como dos polaridades conectadas de la misma realidad.
El Segundo Grado de Reiki actúa más específicamente sobre el tratamiento mental y emocional y está reservado para aquellas personas que han realizado el Primer Nivel con anterioridad. La iniciación incluye el uso y enseñanzas específicas de los tres símbolos de Reiki que se enseñan en este nivel, conocidos como el símbolo de la Fuerza, el símbolo de la Luz y el símbolo del Amor, para aumentar la energía, proporcionar sanación mental y emocional, y dar tratamientos a distancia, respectivamente. Con el Segundo Grado nuestra energía se afina, aumenta de vibración, transmuta y eleva sus frecuencias, trabajando también con el inconsciente, y por otro lado nos abre a dimensiones más sutiles de la conciencia. Los símbolos ancestrales que fueron revelados al Dr. Usui otorgan las llaves para intervenir sobre la relación causa-efecto entre los condicionamientos psíquicos y mentales y los síntomas físicos. Sin lugar a duda, en la mayoría de los casos, la fuente del mal se oculta en la mente y a veces, más allá, en el espíritu.
El Tercer Grado de Reiki
se enseña tras un periodo de práctica del Segundo Grado y en él se enseñan los
dos símbolos maestros para trabajar con la conciencia y el espíritu, elevar el
canal de energía, profundizar y acelerar la resolución de las enfermedades y
otras técnicas especiales como las parrillas de cristales y la cirugía astral.
La Maestría abre el canal energético al máximo y en ella, aparte de revelar cómo iniciar a otros, se enseñan diversas técnicas especiales de sanación a los nuevos maestros, dándose tras un año de práctica después de recibir el Primer Grado. Además se desvelan cuatro símbolos más en el Sistema Usui Tibetano.
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